Las hermosas salas: tres Salones en tres ciudades icónicas

Ginebra

Podríamos decir que el Salón de Ginebra es el primero de todos. Cuando en 1853, debido a su enorme crecimiento, Patek Philippe necesitó un local más grande, se mudó a un edificio de dos pisos en la rue du Rhône.

Aquí, la manufactura inició un acuerdo de 15 años que ha durado más de 160, ya que el edificio se ha convertido en una parte importante e histórica de la ciudad.

París

La ciudad de París tiene un significado muy especial para Patek Philippe, ya que fue precisamente aquí donde en 1844 el esteta Antoine Norbert de Patek conoció al prodigioso relojero Jean Adrien Philippe y donde sellaron la alianza que marcó su destino.

No obstante, no fue hasta 1986 cuando Philippe Stern decidió abrir el primer Salón fuera de Ginebra. Este se encuentra en la avenida Montaigne, un lugar prestigioso y archiconocido, en particular para la haute couture.

Londres

Londres se ha convertido, probablemente, en la encrucijada del mundo, en una ciudad acelerada, vibrante, en la que la tradición se conjuga con una modernidad extrema. El Salón Patek Philippe se encuentra en un lugar céntrico y concurrido, Bond Street, sinónimo de gusto exquisito y zona dinámica y moderna para visitantes, exploradores y compradores.